La isla de investigación es una pequeña isla perteneciente a Luquinia, situada en algún punto en el océano al norte de la isla principal. No se conoce mucho acerca de la isla, ni siquiera los propios luquinianos en su mayoría conocen mucho acerca de ella. En ocasiones se representa su supuesta ubicación en los mapas, sin embargo no es cierto que se trate de su ubicación real, ya que se cree que sólo la conocen muy pocas personas y posiblemente exista algún tipo de tecnología que permita desplazar la isla de lugar con tal de hacer que su posición no sea fiable. Además, se sabe que la isla es lo suficientemente pequeña como para no aparecer en los mapamundis del Atlas en caso de representarse a escala, por lo que su tamaño se representa exagerado, y su forma, indefinida. Tampoco es posible verla vía satélite o por mar. Es misterioso el motivo por el que los navíos no se topan con ella al rastrear la zona, excepto los de los investigadores que trabajan allí.
Se sabe que las investigaciones allí realizadas son bastante atípicas y que pueden aparentar ser de ciencia-ficción para el Atlas en general. La más conocida y más trágica es la clonación de seres vivos y transformación de unos en otros mediante técnicas muy alejadas de la ingeniería genética clásica, y el envejecimiento de los organismos generados para alcanzar la edad que se desee. Fue importante la clonación de humanos tras la tragedia del Lukiki, tanto que incluso aumentó la población anterior a la catástrofe. Esto trajo consecuencias desastrosas, como la clonación de Ama Rosa Quintana por error, convirtiéndose la doble en dictadora por un periodo de tiempo. También se modificó genéticamente al encargado de asesinar a la doble de Ama Rosa para evitar represalias internacionales, haciéndolo pasar por un miembro de la especie Rana creisifrogus. Tras esto se dejó de hacer clonaciones para humanos y sólo se realizan en la investigación científica.
Gracias a las investigaciones también se cree que es posible la existencia de otros universos llamados "universos alternativamente paralelos", con características similares al universo donde está ubicado nuestro Atlas. Se cree que es posible que incluso existan seres humanos en algún universo alternativamente paralelo con características idénticas a algunos de los del nuestro, aunque parece difícil poder verificarse esta hipótesis.